RECHAZO: ¡el trauma número UNO que TODOS enfrentamos!
Una de las cosas con las que he tenido que estar en paz conmigo misma es con el hecho de que no siempre sabré con exactitud a dónde me dirijo y aunque lo supiera, no siempre los planes saldrán como lo esperamos, y eso es parte del viaje de la vida. La parte más importante del viaje no es sólo el destino final sino la majestuosa e impetuosa habilidad y confianza que debes desarrollar para sentirte cómoda con los no-familiar (unfamiliar) o dicho de otra manera, sentirte cómoda con la incertidumbre.
Y aunque en este post te comparto algunas fotos de nuestro último viaje a Charleston, NC, en realidad quisiera describirte sobre la travesía de mi hombre interior en los últimos meses, en los cuales he decido dejar lo que es familiar y aceptar la vulnerabilidad como parte del proceso de cambio, así que he tenido que enfrentar con algunos gigantes que por años no han hecho otra cosa que no sea limitar mis pensamientos.
He descubierto que el proceso de sanidad, santidad y transformación de pensamiento va más allá de cambios de conductas, es un viaje de fe donde te toca dejar atrás lo familiar o tu parentela para descubrir quién eres en Cristo.
¿Qué he dejado atrás? Principalmente lo que creía saber y conocer de mí misma. Sabes, cuando tienes 46 años, y miras muchos de los frutos de tu vida y te das cuenta de que son buenos - algunos con mayor grado que otros. Cuando esas metas que te planteaste hace 20 años comienzan a materializarse y entonces mi esposo, mi hija y yo nos miramos y decimos “no estábamos tan locos”.; en ese momento es difícil no sentirte cómoda en lo familiar y el éxito, y en cambio dejarlo todo atrás y entrar en lo nuevo.
El año 2021, entre otras cosas, ha sido un año de cierre de ciclos, de cambiar de vestiduras (de mentalidades), un año donde me ha tocado descubrir en cuáles aspectos de mi vida me había “conformado” en mis pensamientos en vez de renovar mi entendimiento. Y justamente la palabra que acompaña la “familiaridad” es “conformidad”. Lo familiar es una afable invitación a amoldarnos, de manera que el 2021 ha sido un año de romper moldes.
Un molde no es sólo tradiciones, costumbres, hábitos o patrones, un molde es un sistema estructurado que define tu percepción o realidad. El año 2021 ha sido un año de romper moldes o estructuras mentales llamadas FORTALEZAS.
El gigante llamado RECHAZO
Yo llamo a esas fortalezas mentales GIGANTES. He pasado buena parte del 2021 venciendo gigantes, que no son externos, no son personas, no son circunstancias, son moldes de pensamientos que van en contra del conocimiento de Cristo.
Lo que comenzó como una “dieta” para recuperar mi salud y ganar dominio sobre esta áreas de mi vida, terminó convirtiéndose en una batalla por la adoración. Una batalla por los afectos de mi corazón.
Hablar de gigantes, hombres fuertes, estructuras mentales, heridas emocionales, etc, puede ser un tema largo; así que hoy quiero hablarte de un gigante en específico llamado RECHAZO. Y la cosa difícil para mi de explicar es que estos gigante son estructuras de pensamientos no trabajan aisladamente, es decir, es casi imposible contarte sobre lo que he aprendido y entendido sobre rechazo, sin entrar en el tema de la vergüenza, es imposible hablar de vergüenza sin mezclarlo con el asunto de la ilegitimidad. Todas estas estructuras mentales, son más que conductas o actitudes de corazón, son también entidades espirituales. Pero como verás, no podré contarlo todo en este post.
Todos estamos familiarizados con la historia de conquista de Josué, Gedeón o David , sus batallas y conquistas por la herencia y primogenitura. Y curiosamente sus enemigos siempre parecían tener aliados; como los 5 reyes filisteos o la alianza de Madianitas e smaelitas contra Israel en Jueces 6:1-6 . En resumen, todas estas historias son una forma ilustrada de explicar que los gigantes hacen alianzas entre ellos.
Por momentos he tenido que poner a un lado los estudios y dedicarme simplemente a la oración y el ayuno, hasta recibir sabiduría del Espíritu Santo para saber con qué estoy lidiando. Dónde termina la herida emocional y comienza el trauma, donde termina el trauma y empieza la raíz de amargura, donde las raíces se ramifican tanto y empiezan los pensamientos de engaño, dónde los pensamientos se vuelven fortalezas, dónde las fortalezas se convierten en personalidades endurecidas, dónde la personalidad endurecida es una reacción al dolor y al trauma y hasta que punto son trazos de la personalidad que Dios diseñó para mi.
Dónde termina lo espiritual y empieza lo almático, donde termina mi voluntad y comienza la presión de un hombre fuerte generacional. En fin, tengo más preguntas que respuestas, pero permanezco en la oración.
¡En todo caso esto no ha sido un viaje para vencer gigantes o demonios, ha sido un viaje hacía la santidad!
Pero, ¿qué he aprendido del rechazo hasta ahora?
Nosotros (especialmente las MUJERES) necesitamos saber qué está pasando, para poder tomar una decisión y sentirnos en paz. Por ejemplo, cuando estoy en el proceso de aprender o discernir sobre una situación tiendo a decir "me siento como si estuviera juntando las piezas de un rompecabezas sin resolver". Hasta que no esté todo unido y resuelto, con claridad también, las cosas están abiertas para mí, lo que deja espacio para la angustia. La sensación de que no estar segura de que vaya a surgir algo más adelante es dura de procesar para mi.
En ese sentido, el rechazo, si no lo enfrentamos, es indefinido y no tiene cierre. Viene de nuestra infancia. El rechazo es la respuesta inmediata a la violación de los límites en la infancia y nos lleva a un punto de convicción en el espíritu y la mente subconsciente: ¡sé que estoy sucio!¡Soy defectuoso!
Este sentimiento puede luego venir acompañado de voces de reproche que abren toda una puerta al enemigo para oprimirnos. Por eso puede ser más difícil para algunas personas porque va más allá de un simple pensamiento, es una herida en el espíritu humano que se entrelaza con la verguenza. Así que todos los seres humanos compartimos la lucha con el rechazo pero reaccionamos de forma diferente; una persona puede esforzarse al máximo para no perder la esperanza cuando es rechazada, mientras que otra puede replegarse sobre sí misma completamente devastada por una reacción inicial que no sabía que era tan poderosa contra ella
Esta “programación” en mi mente subconsciente, se forma cuando yo asumo que las razones por las que he sido rechazada es porque algo anda mal en mí, que yo misma he causado que esto me suceda. Esta suposición puede remontarse a la infancia, donde recibimos mensajes de nuestros padres o compañeros que nos dicen "eres malo" o "has cometido un error". La verdad es que el rechazo se produce a lo largo de la vida en diversas circunstancias; a veces en casa, con miembros de la familia que pueden haberte abusado verbalmente o descuidado cuando eras niño, lo que crea una inseguridad que nos sigue hasta la edad adulta.
¡TODOS conocemos el RECHAZO!
• Rechazo de AMIGOS,
• No ser elegido para el equipo,
• No ser la muchacha MÁS BONITA para los chicos,
• Luchando con nuestro PESO,
- Luego los TRAUMAS más profundos del rechazo de los PADRES,
- O el rechazo que proviene del ABUSO (sexual, físico, emocional y verbal).
Algunos de los rechazos MÁS PROFUNDOS provienen de nuestros PADRES ... ¡un niño sabe que sus padres DEBEN amarlo! ¡También crecemos escuchando MUCHAS declaraciones negativas sobre nosotros mismos !.
Todo esto nos hace creer:
• "Estoy DAÑADO o DEFECTUOSO"
• "Estoy sucio"
• "Soy diferente"
• "¡Hay algo MAL EN MI!"
Sabemos que los bebés aprenden a través de la vista, el tacto y el audio. Por eso necesitan VER y SENTIR cosas nuevas. Por qué necesitan DESCUBRIR. ¡Y por qué hacen TANTAS preguntas!
Si no se nos permitió hacer esto: CRECER y APRENDER, ser únicamente "NORMALES" ... si constantemente fuimos sobre corregidos, inconscientemente escuchamos el mensaje de que no VALE LA PENA EL ESFUERZO para expandir nuestro CONOCIMIENTO ... estas EXPERIENCIAS se archivarán en nuestra CARPETA DE RECHAZO (en nuestra mente subconsciente), desde la cual REACCIONAMOS y VIVIMOS!
Por eso casa vez que me enfrento a alguno de estos gigantes, debo vencer sus voces que me hacen sentir descalificada para la batalla, inadecuada para mi propósito o herencia, culpable pues para vencerlos debo renunciar a una cantidad de cosas que me resultaban familiares, debo renunciar no sólo a los engaños sino al “loable” sentimiento de lealtad que tenía sobre esas mentiras y sistemas. Y mientras también resisto a la tentación de no buscar la validación de mi proceso en nadie más que no fuera Dios y mi círculo inmediato.
Había momentos que la lucha mental con mis dudas eran tan fuertes que terminaba agotada al final del día. Recuerdo que una vez le dije a mi esposo “¿será que estoy perdiendo la cordura?”
Y es que caminar en lo no-familiar o la incertidumbre requiere confiar en Dios con todo mi ser. Ha requerido de mi oración constantemente pidiendo sabiduría pues no entendía contra qué luchaba. Ahora volteo y me doy cuenta que para poder descubrir el nombre y artimaña del enemigo para poder vencerlo, debía dar este paso a lo incierto.
En esa primera etapa mi mayor confusión era no saber diferenciar entre la intuición y el instinto de supervivencia (temor). Es una tarea difícil, pero aprender a diferenciar qué es fe, prudencia o simplemente miedo puede ayudarnos a enfrentar el dolor emocional de forma muy diferente.
Siempre me ha aterrorizado el dolor emocional pero esta vez estoy aprendiendo a manejarlo de forma diferente . Es como cuando tienes una pesadilla y dentro de ese sueño, tu “yo” consciente se dice a sí mismo "no te preocupes, es sólo una pesadilla". Así me pasó con mi dolor: el instinto de conservación quería empujarme a volver a los viejos hábitos y patrones para evitar sentir el dolor. Pero navegué a través de esos miedos asumiendo riesgos, para poder enfrentarme a lo que más me había dolido de mí misma sin aferrarme más a la comida sino a Dios por medio de Su Palabra.
SANANDO del AUTO-rechazo.
EL RECHAZO de los demás suele ir acompañado de AUTO-rechazo. La mayoría de nosotros LUCHAREMOS al mirarnos en el espejo, vernos a los ojos, y decirnos: "TE AMO".
Si luchas con eso - si cuando lo dices, tus ojos caen - y no puedes mirarte en el espejo y darte valoración, respeto, dignidad y amor, entonces NO estás viviendo bajo lo que dice la Biblia sobre tu autoestima.
Debemos AMAR a nuestro prójimo como a NOSOTROS MISMOS. Si no podemos AMARNOS a nosotros mismos, ¡no podemos RESPETAR y AMAR a los demás! ¡Para “REPROGRAMAR” al SUBCONSCIENTE y caminar en SANIDAD, he tenido que lidear con algunas “ramificaciones” de cómo reacciono frente al rechazo. Tales como:
Sentimientos de INADECUACIÓN. (Inseguridad)
Aunque nuestros sentimientos de INADECUACIÓN son ÚNICOS y profundamente personales, en realidad son bastante UNIVERSALES ... y producirán comportamientos predecibles de RECHAZO y sentimientos de INADECUACIÓN. Sin embargo, para nosotros, mientras estos sentimientos ocupan buena parte en nuestra mente consciente y subconsciente; sentimos que ¡somos los ÚNICOS que estamos luchando con este asunto!
El rechazo se vuelve más fácil con cuando aprendemos a practicar la aceptación y el contentamiento. A medida que trabajamos en nuestros problemas, el dolor de nuestra infancia y el dolor de las relaciones rotas, y nos damos cuenta de cuál fue la raíz de ese dolor, por qué reaccionamos de esta manera, descubriremos que el dolor y el trauma son la clave y la raíz del problema. No es una asunto de identidad o que seamos malas personas, o que somos diferentes, sucios o defectuosos.
Cuando nos damos cuenta de que hay una fuente para nuestro dolor, y la fuente no es mi carácter o identidad, la fuente no es quien soy, puedo permanecer intacta. Y afrontar el rechazo presente en forma diferente.
Y así estuve dispuesta a “correr el riesgo” y trabajar en las relaciones rotas (empezando por mí misma) para salir del dolor. Poco a poco dejé de “paralizarme", empecé a descubrir que el factor de rechazo disminuía mientras que el factor de aceptación comenzó a crecer.
Cuando empezamos a ver respuestas y resultados favorables de nuestro proceso de crecimiento, nos convertimos en personas más transparentes, vulnerables, que aceptan y que son capaces de caminar a través de su dolor, entonces esto trae la paz y contentamiento.
Enfrentarme a mi pasado y aceptar la responsabilidad por el daño que he causado, al sentirme rechazada, me ha ayudado a separar lo que soy hoy de cómo actué en respuesta al rechazo.
¿CÓMO CONFRONTO EL RECHAZO?
La respuesta a esta pregunta aun no la tengo del todo :). Pero voy a desarrollar un poco lo que está en mi corazón y te compartiré mi proceso, siempre dejando espacio para mejorar y ampliar este conocimiento en los años venideros.
Desde hace algún tiempo he estado estudiando y orando sobre la frase "odio a uno mismo". Con el tiempo he llegado a entender que el auto-odio es la forma en que reaccionamos cuando somos rechazados por los demás, pero ¿cómo identificarlo? El primer paso para combatir el auto-odio es ser intencional con los pensamientos. Trabajo en la renovación de mi mente concentrándome en el proceso de determinar qué tipo de pensamientos provienen del auto-odio, para poder contrarrestarlos con la palabra de Dios.
Desde una perspectiva espiritual, el auto-odio por un lado es una forma de auto-justificación y auto-castigo y por el otro lado es una fortaleza mental. Sobre este último punto de las fortalezas mentales he estudiado con dos ministros que han traído mucha revelación en el tema, uno es Francis Frangipane, y el otro Mike y Sue Dowgiewicz. Se los recomiendo ';)
Yo clasifico los pensamientos y comportamientos de de auto-odio de la siguiente manera:
Auto-abuso
Auto-acusación
Auto-anulación
Auto-Condenación
Auto-traición
Auto-Derrota
Auto-destrucción
Auto-Castigo
Auto-justificación
Victimización
Etc.
Hay una gran cantidad de "yo" en estas listas. Me he preguntado muchas veces si estoy demasiado centrada en el yo ¿Puede ser contradictorio tratar de arreglar lo que estaba roto antes de Cristo cuando se supone que debemos centrar nuestros esfuerzos en conocer la nueva creación que ha sido creado por Él?
“La verdadera sanidad, entonces, no consiste en hacer que una cosa rota sea lo suficientemente buena para funcionar, sino librándonos del poder de esa cosa rota para que ya no pueda gobernarnos más y aprender a confiar en Su justicia para brillar en y a través de ella. Por lo tanto, para el alma, en ese sentido, no hay "sanidad", solo muerte y renacimiento” - John and Paula Sandford en su libro “El Poder de Dios para cambiar”
Para rendir mi vida completamente, para santificar y consagrar aspectos de mi vida controlados por conductas adaptativas como los desórdenes alimenticios, debo descubrir el poder que esos engaños, que me hacen confundir mi identidad con la conducta. Me ha sido necesario comprender y descubrir dónde está la herida para poder revelar el engaño que genera el YO "sobreprotector" que se neiga y exalta al conocimiento de Cristo. La sanidad interior ha sido un proceso que involucra 3 pasos:
Llegar a la raíz
Muchas de las cosas que me mantenían esclavizada estaban escondidas en lo profundo de mi corazón. Luchaba poderosamente con la ansiedad, el miedo, la ira y otras emociones negativas, ¡pero no sabía por qué estaban ahí en primer lugar! Antes de que podamos ser verdaderamente liberados, debemos tener ojos para ver cuál es la raíz de nuestros problemas. Y si nos asociamos con el Señor, por medio de Su Espíritu podremos llegar hasta la raíz de nuestro dolor.
Cuando mis amigos me dicen que “madure” o “get over it”, no se dan cuenta de que no estoy tratando de revivir el dolor, sino que llegar a la raíz es parte de un proceso de sanidad. La forma en que pensamos y actuamos suele estar comprometida por nuestro sistema límbico, que almacena los recuerdos pero también las experiencias.
Ha sido necesario para mí obtener una comprensión bíblica y neuro-química de lo que estaba roto y causaba autodestrucción. Isaías 61:1 dice”…Me ha enviado para consolar a los de corazón quebrantado”. La palabra quebrantado, también es traducido como roto, quebrado, fracturado en pequeños pedazos.
Si primero no entendía lo qué estaba roto en mí, ¿cómo podía diseñar un plan de recuperación que realmente funcionara?
Creo que el mejor fruto de la evangelización es una vida cambiada.
POR PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA ESTAMOS COMENZANDO A COMPRENDER QUE ES LO QUE ESTA ROTO CUANDO CONTINUAMOS CON LOS COMPORTAMIENTOS AUTODESTRUCTIVOS (ADICCIONES).
La Biblia y otras publicaciones nos han dicho durante miles de años, literalmente, que si queremos cambiar quiénes somos y qué hacemos, tenemos que cambiar nuestro corazón. La nueva comprensión de la investigación del cerebro nos muestra cómo el trauma (abuso y negligencia) puede distorsionar quiénes somos y en qué creemos y, por lo tanto, cómo actuamos. El propósito de la sanidad interior es iniciar cambios duraderos en el corazón (cerebro), lo que conlleva a arrancar la raíz, aquello que impulsa el comportamiento destructivo en lugar de simplemente enfrentarlo.
Para mí esto es como cultivar un jardín, así como cuando cuidamos del terreno, es inevitable no escarbar y ensuciarnos. Del mismo modo, esta etapa inicial del proceso de sanidad interior sentimos que nos ensuciamos con estos asuntos profundas. Por eso la segunda parte es tan importante, y es re-alinearnos con la verdad.
2. Re-alinearme con la verdad
Dios ha incorporado leyes tanto espirituales y físicas en Su creación y estas se aplican a nuestras vidas, seamos conscientes de ellas o no. Y el amor es el ingrediente esencial que cumple con todas estas leyes. Al re-alinearnos con los principios del amor (perdón, misericordia y gracia) y aplicarlos a la raíz de nuestros problemas, esas raíces comienzan a perder su poder. El efecto dañino que han tenido en nuestras vidas disminuye. ¡Aquello que estaba fuera de ritmo con el diseño perfecto de Dios es eliminado!
He entendido que además de conocer cuanto Dios me ama, porque El es amor. También aprender a amarme a mí misma en el proceso. Aprender a verme como Dios me ve por medio de Cristo para poder amarme como Dio me amó por medio de El.
Lo opuesto al principio del amor y al amor propio es el Legalismo (auto-justificación) y el AUTO-ODIO. El auto-odio es FRUSTRACIÓN por cómo hemos sido HERIDOS. Es la IRA con nosotros mismos. Es asumir la CULPA sobre ese dolor, herida o experiencia, y nos ODIAMOS y ABUSAMOS a nosotros mismos. Nos auto-examinamos y pensamos:
• "¿Atraí a esa persona?"
• "¡Fue mi culpa!"
• "No debería ser tan _______________"
El auto-odio conduce a ciclos DESTRUCTIVOS para hacer frente al DOLOR: drogas, alcohol, trastornos alimentarios, etc. Estás ENOJADO contigo mismo por no poder tener el CONTROL de tu vida. Crees: "No soy DIGNO de tener una BUENA relación". Así que encuentras a ALGUIEN que está en la PARTE INFERIOR del espiral, lo rescatarás, ¡y entonces TIENEN que amarte!
Te conectas o simpatizas con personas con el MISMO quebrantamiento que tú tienes porque espíritu se conecta espíritu: te abandonas a ti mismo y te odias, y debido a tu FRUSTRACIÓN, te metes en todo tipo de adicciones ... ENTONCES te preparas para el FRACASO.
En muchas etapas de mi vida me ha tocado renunciar a la mentira de la condenación, mientras a la vez asumo la responsabilidad de alguna consecuencia causada por dichos comportamientos.
Re-alinearme con la verdad me ha permitido, por medio de la Palabra, separar el engaño sobre mi identidad, mientras tomo riesgos para asumir responsabilidad y cambios.
3. Caminar en victoria
La cruz fue la victoria final sobre el pecado y la muerte. La victoria siempre está ahí para que la tomemos, sin embargo, el pecado y la muerte todavía están trabajando arduamente para evitar que experimentemos verdaderamente la libertad que Cristo nos ha traído. Al sanar las áreas de nuestro corazón que aún no están de acuerdo con esta verdad, experimentamos la verdadera libertad que Dios quiso que tuviéramos. Ahora podemos experimentar la victoria y eliminar la ilusión de la derrota.
Como lo explicaba John and Paula Sandford en su libro “El Poder de Dios para cambiar”; La transformación es ese proceso de muerte y renacimiento mediante el cual lo que era nuestra debilidad se convierte en nuestra fuerza.
La santificación vence el poder del pecado que fue pagado en la Cruz, pero la transformación convierte el “desastre” en gloria.
La transformación es el resultado (o fruto) de la santificación. La palabra griega traducida "transformar" es metamorphoo, de la cual obtenemos metamorfosis.
Según los Sandford:
La transformación no es sinónimo de sanidad (a menos que entendamos por “sanidad” lo que realmente es la transformación). La palabra sanidad parece implicar que algo que antes funcionaba se rompió, así que lo arreglamos. (pág.21)
No hay pecado que arreglar dentro de nosotros; el pecado debe morir por la obra de la cruz.
La verdadera sanidad, entonces, no consiste en hacer que una cosa rota sea lo suficientemente buena para funcionar, sino librándonos del poder de esa cosa rota para que ya no pueda gobernarnos más y aprender a confiar en Su justicia para brillar en y a través de ella. Por lo tanto, para el alma, en ese sentido, no hay "sanidad", solo muerte y renacimiento. (pág.12)
Es fundamental comprender que nuestros caminos pecaminosos no se pueden limpiar y hacer presentables. El pecado que habita en los lugares heridos de nuestro corazón debe ser cruxificado, no limpiado ni reforzado.
La santificación es el proceso continuo de traer sanidad a los lugares no sanados del corazón. Cuando se logra la sanidad, ese lugar en el corazón se transforma. La condición herida del corazón que se encuentra en Jeremías 17: 9 se transforma en la condición completamente curada que se encuentra en Ezequiel 36:26.